Dentro del aula son tan importantes los espacios como la forma en que el alumno ocupa ese espacio para favorecer el aprendizaje. Llevo tres años en el camino de trabajar lo menos posible, o más bien «nada» , en el formato tradicional de filas de a uno en el aula.
El peregrinar y la experiencia me ha llevado a diseñar dinámicas de clase que exploten las posibilidades de los diferentes formatos de agrupación. El formato base es el de las mesas en grupos de 4 (cosa que no siempre es viable ya que depende del nº de alumnos) colocados en espiga.
En este caso os hablaré de mi clase de matemáticas.
Para iniciar el mundo del algebra a nivel de 1º de ESO los alumnos trabajan agrupados y como tenemos la suerte de trabajar con iPad 1:1 cada uno visualiza a su ritmo un video en el que yo mismo les explico cómo hacer una ecuación. Una vez toman sus notas resuelven en grupo sus dudas.
A continuación estos grupos se rehacen y evolucionan a lo que graciosamente mis alumnos bautizaron como «mesas en flor» esquina con esquina siguen agrupados pero se individualizan para resolver ecuaciones por ellos mismos.
A los diseños hay que darles vida con actividades y normas de funcionamiento.